Cómo conducir con nieve o hielo

Cómo conducir con nieve y hielo: 5 consejos de la DGT

Cuando la temperatura está por debajo de los 4ºC, hay que extremar la precaución a la hora de conducir. Así lo recuerda la Dirección General de Tráfico (DGT) cada año durante los meses de invierno. Es importante conducir con mucha concentración en la carretera, evitando distracciones para poder anticiparnos a las reacciones del coche cuando la calzada pueda presentar adversidades. Estas pueden ser un exceso de nieve que dificulte la visibilidad, tape las líneas del suelo y dificulte la adherencia e incluso placas de hielo que hagan que nuestro coche deslice.

Consejos de la DGT de gran utilidad sobre cómo conducir en nieve sin cadenas:

  1. Reduce la velocidad y aumenta la distancia de seguridad con respecto a otros vehículos.
  2. Si puedes anticiparte a una placa de hielo, reduce aún más la velocidad y avisa a los coches que te sigan con las luces de emergencia. Si al pisar la placa el vehículo patina, no frenes ni rectifiques la dirección.
  3. Enciende las luces para aumentar la visibilidad.
  4. Evita maniobras bruscas, acelerones y frenazos.
  5. Si hay previsión de nevadas intensas y puedes retrasar el viaje, no dudes en hacerlo y dejarlo para un momento mejor.

Hielo en la carretera.

En zonas sombrías de carreteras de montaña o que tengan orientación norte y por tanto no reciban suficiente sol. También en puentes o zonas cercanas a ríos donde la humedad es mayor y por eso aumenta la probabilidad de que se creen estas placas.

Niveles de dificultad por nieve en la carretera.

Cuando comienza a nevar: reduce la velocidad a 100 km/h en autopistas y autovías y a 80 km/h en el resto de vías. En caso de los camiones, deberán circular siempre por el carril derecho, sin adelantar. Evitar subir puertos y extrema la prudencia.

Carretera poco cubierta: extrema la precaución y reduce la velocidad a 60 km/h. En caso de los camiones y vehículos articulados, se prohíbe la circulación. Evita las maniobras bruscas.

Carretera bastante cubierta: utiliza cadenas o neumáticos de invierno y reduce la velocidad a 30 km/h. En caso de autobuses, se prohíbe la circulación. No rebases a vehículos inmovilizados si no crees que vas a poder seguir circulando.

Mucho espesor de nieve: no se permite la circulación. En caso de quedarte inmovilizado, utiliza la calefacción de motor hasta que llegue la asistencia, siempre y cuando no tengas refugio cerca. Trata de dejar el vehículo lo más orillado posible sin que sea peligroso para el coche.

Conducir con nieve: ¿marchas cortas o largas?

Cuando el suelo esté deslizante, ya sea por nieve o hielo, y estés en un terreno llano o subida utiliza marchar largas. Es decir, para poder tener más adherencia al asfalto circula siempre con una marcha más de la que utilizarías en una situación normal. De esta forma, evitar que el motor esté muy revolucionado y así se reduce el patinaje de las ruedas de tracción.

Ahora bien, en una pendiente descendente que tenga hielo o nieve pon marchas cortas. De esta forma retendrás el coche con el freno motor y así frenar con el pie solo cuando sea totalmente imprescindible y de forma muy suabe. Si el coche tiene cambios automáticos, el modo hielo ajustará el cambio de marchas para conseguir esa mínima pérdida de tracción.

¿Merecen la pena los neumáticos de invierno o todo tiempo?

Sin duda, unos neumáticos de invierno van a ser mucho más funcionales en caso de nieve que cualquier otros. Y es que incluso un SUV o Sport Utility Vehicle, es decir, un vehículo utilitario deportivo, se va a desenvolver mejor en situaciones adversas en cuanto a adherencia si lleva neumáticos de inverno que con neumáticos de verano, a pesar de su tracción total.

Unos neumáticos de invierno son esenciales para cualquier persona que viva o transite habitualmente por una zona de montaña donde pueda haber nevadas. Para evitar sorpresas y desplazarse con seguridad y comodidad, sin necesidad de cadenas, unos neumáticos adecuados son la solución.

Ahora bien, ¿solo las ruedas de invierno son una buena opción? Existe una nueva alternativa que se está abriendo paso u son los denominados neumáticos All Season o Todo Tiempo. Dada su composición, estos sirven para circular por zonas nevadas sin cadenas y con bastante seguridad (menor que con ruedas de invierno pero suficiente). La ventaja principal reside en que en verano también ofrece unas muy buenas prestaciones, similares a las de las ruedas tradicionales, por lo que sirven para ser utilizadas durante todo el año sin necesidad de hacer cambios.